Hay ciertas cosas sobre el tema que se menciona en el título que se aprenden en esta vida, pero hay otras sobre lo mismo que simplemente se sabe o que se deberían saber, sea por lógica o sentido común.
Practicarlas nos ayudan a vivir mejor en sociedad, contribuyen a que tengamos una mejor relación a los demás, a vivir en armonía y dicho sea de paso hasta podrían ayudar a reducir el nivel de estrés que pudiéramos tener.
Me voy a referir a aquellas cosas que se supone que deberíamos saber y practicar y que definitivamente tienen impacto a nuestra vida diaria. El problema es que muchos por no sé que razón (quizá por machismo o complejos), confunden cortesía o buenos modales con debilidad o de repente no lo practican pensado o sintiendo que serían inferiores a los demás si lo hacen.
Algunos ejemplos:
- Cuando salimos o entramos a algún establecimiento y sostenemos la puerta a la persona que está detrás de nosotros y no da las gracias y ni siquiera nos brinda una sonrisa.
¿Acaso se cree la divina pomada y piensa que tiene el derecho a que el otro le mantenga la puerta abierta porque es su obligación? Hasta Dios daría las gracias. Cuando a mí no me agradecen el gesto yo digo “gracias” por ellos y me satisface ver lo incómodo que se sienten (algunos pero otro ni se inmutan). Pienso que se debe agradecer inclusive al portero que está allí para abrir la puerta.
Las damas también deberían agradecer al caballero que les abre la puerta ya que no es cuestión de derechos u obligaciones sino de cortesía. Por otro lado hay personas que prácticamente nos cierran la puerta en la cara cuando estamos detrás de ellos.
- Cuando uno va caminando por la calle y en sentido contrario vienen dos o más personas ocupando toda la vereda y no son capaces de hacer el intento de dejar espacio para que uno pase, obligándonos a usar la pista o golpeando a uno con el hombro sin siquiera pedir disculpas.
¿O piensan que la vereda es sólo de ellos y que uno está invadiendo su propiedad?
- También los frescos que se sienten por encima de los demás y no esperan su turno para ser atendidos. Inclusive llegan a interrumpir al que está atendiendo. Hay persona que no saben que lo que hay que decir cuando uno da las gracias es “de nada” y no “ah ya”, especialmente cuando estos son los que deben dar las gracias y no al revés. Algunos ni siquiera contestan el saludo. ¡Que pasa con la gente!
Recuerdan las palabras mágicas: "Gracias" y "Por favor" y verán los resultados que obtendrán.
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